miércoles, 7 de marzo de 2012

LA "OFICINITA DE INTERPRETES" 

A mediados de 1900 y durante la gran inmigración, Argentina quería mostrar poder y riqueza frente a otras naciones. Emprende entonces el llamado "hotel para pobres" una obra de gran magnitud, destinada a alojar a aquellos que llegaban a trabajar en las tierras del modelo agroexportador.

Los servicios del hotel comprendían el alojamiento gratuito por cinco días, que eventualmente podía extenderse hasta que el inmigrante encontrara trabajo; la atención médica en el hospital a los que así la requerían, la oficina de trabajo, que se ocupaba de conseguirles empleo y de trasladarlos al interior, cursos y conferencias nocturnas acerca de las bondades del país, aprendizaje de maquinaria agrícola y de uso doméstico para las mujeres, y, por último, una "oficina de interpretes".

En cuanto a la oficina de intérpretes, en aquel entonces la revista P.B.T. ofreció su propia versión del asunto, en un artículo que denominó "el polígloto de la inmigración".

Los periodistas se trasladaron al hotel a corroborar los servicios que prestaba este sector. Allí resultó que la oficina de intérpretes se resumía en la persona de un muchacho, llamado Martín que, a duras penas, con más voluntad que escuela, lograba descifrar los misterios del ruso, polaco, búlgaro, sirio o rumano, según el caso.

Para ello, Martín anotaba las palabras en un cuadernito "tal como las escuchaba".  Asi anotaba por ejemplo "fader"=padre (Father), "mader"=madre (Mother), etc...

Metejon de Barrio


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Introduce tu comentario....

miércoles, 7 de marzo de 2012

LA "OFICINITA DE INTERPRETES" 

A mediados de 1900 y durante la gran inmigración, Argentina quería mostrar poder y riqueza frente a otras naciones. Emprende entonces el llamado "hotel para pobres" una obra de gran magnitud, destinada a alojar a aquellos que llegaban a trabajar en las tierras del modelo agroexportador.

Los servicios del hotel comprendían el alojamiento gratuito por cinco días, que eventualmente podía extenderse hasta que el inmigrante encontrara trabajo; la atención médica en el hospital a los que así la requerían, la oficina de trabajo, que se ocupaba de conseguirles empleo y de trasladarlos al interior, cursos y conferencias nocturnas acerca de las bondades del país, aprendizaje de maquinaria agrícola y de uso doméstico para las mujeres, y, por último, una "oficina de interpretes".

En cuanto a la oficina de intérpretes, en aquel entonces la revista P.B.T. ofreció su propia versión del asunto, en un artículo que denominó "el polígloto de la inmigración".

Los periodistas se trasladaron al hotel a corroborar los servicios que prestaba este sector. Allí resultó que la oficina de intérpretes se resumía en la persona de un muchacho, llamado Martín que, a duras penas, con más voluntad que escuela, lograba descifrar los misterios del ruso, polaco, búlgaro, sirio o rumano, según el caso.

Para ello, Martín anotaba las palabras en un cuadernito "tal como las escuchaba".  Asi anotaba por ejemplo "fader"=padre (Father), "mader"=madre (Mother), etc...

Metejon de Barrio


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Introduce tu comentario....