jueves, 1 de marzo de 2012

LARTET Y EL PRIMER VIAJE EN GLOBO EN BUENOS AIRES (o eso intentó)

El hombre siempre sintió admiración por las aves y quiso volar como ellas. En muchas épocas esto estuvo mal visto incluso bajo el cristianismo se lo tildó de hechicería. Hubo muchos intentos de ponerse alas con plumas en los brazos, y muchas cosas más. Hasta que, finalmente en Europa, los hermanos Montgolfier inventaron la Mongolferiana, primer globo aerostático, que era inflado con aire caliente. El 5 de junio de 1783 concretan su triunfo haciendo volar un globo aerostático.


En nuestro país llegó más tarde la novedad, y se la comenzó a utilizar en diferentes festejos, pero solo con pequeños globos de papel llenos de aire caliente.


Pero a un francés de apellido Lartet le corresponde el honor de ser el primer hombre en surcar los aires porteños y de nuestra patria. Lartet llegó con una compañía francesa que inauguró el Teatro Porvenir. El teatro lanzaba globos promocionando sus funciones. Finalmente se anunció en los diarios de Buenos Aires que el jueves 19 de octubre de 1856 tendría lugar la "Gran Ascensión Aerostática por el señor Lartet, aeronauta francés. En el terreno del Molino de Viento, a las tres en punto de la tarde".


Lartet entonces programa el ascenso con su globo desde un terreno en donde había un molino, cercano a la Plaza Lorea. Se colocó una empalizada rodeando al lugar donde se calentaba el aire para inflar el globo, y se cobraba 20 pesos los primeros asientos y 10 los segundos, para presenciar tan extraño acontecimiento. Una banda tocaba música, y una multitud coronaba los edificios circundantes al terreno. Los periódicos informaban que el día era tormentoso. Llegado el momento, el globo se elevó serenamente, pero fue desplazado por el fuerte viento reinante. El viento lo fue deslizando lateralmente hasta que chocó con una casa, reventándose a consecuencia de los desgarros. Lartet cae y resulta ileso.


El teatro organiza una segunda ascensión, esta vez para el 30 de octubre del mismo año. Se repiten los preparativos, y esta vez el globo se eleva, pero la mala suerte o la poca pericia de Lartet hacen que el globo se vaya contra el Molino, tropezando con una de las aspas. El globo se golpeó contra varios techos hasta que Lartet salió de la cestilla de goma que le servía de nave, tirándose al techo de una casa. Por este acto, Lartet fue llevado preso.


El francés entonces, pide repetir la prueba, y lo hace el domingo 16 de noviembre de 1856, a las tres de la tarde, esta vez desde la Plaza Lorea, que estaba colmada de público. Extrañamente, es autorizado y conducido al lugar por un vehículo de la policía.


En el diario El Nacional del 17 de noviembre de 1856, se cuenta que las azoteas estaban cubiertas de curiosos para ver "dando tumbos en las nubes a un pobre diablo que nunca ha subido a un globo". En esta ocasión, el globo recorrió media cuadra hasta "la calle Lorea Nº 53 y en la azotea tropezó con una pared haciendo saltar de la barquilla a Mr. Lartet que se enredó con una cuerda su pierna, se dio un porrazo en la cabeza y desconcertó su brazo, magullándose las costillas". El globo luego cayó en una calle cercana.


Luego de este ultimo viajecillo, no se supo nada más de Lartet, que partió de Buenos Aires, bastante humillado por las bromas que le habrían hecho.


Metejon de Barrio.

jueves, 1 de marzo de 2012

LARTET Y EL PRIMER VIAJE EN GLOBO EN BUENOS AIRES (o eso intentó)

El hombre siempre sintió admiración por las aves y quiso volar como ellas. En muchas épocas esto estuvo mal visto incluso bajo el cristianismo se lo tildó de hechicería. Hubo muchos intentos de ponerse alas con plumas en los brazos, y muchas cosas más. Hasta que, finalmente en Europa, los hermanos Montgolfier inventaron la Mongolferiana, primer globo aerostático, que era inflado con aire caliente. El 5 de junio de 1783 concretan su triunfo haciendo volar un globo aerostático.


En nuestro país llegó más tarde la novedad, y se la comenzó a utilizar en diferentes festejos, pero solo con pequeños globos de papel llenos de aire caliente.


Pero a un francés de apellido Lartet le corresponde el honor de ser el primer hombre en surcar los aires porteños y de nuestra patria. Lartet llegó con una compañía francesa que inauguró el Teatro Porvenir. El teatro lanzaba globos promocionando sus funciones. Finalmente se anunció en los diarios de Buenos Aires que el jueves 19 de octubre de 1856 tendría lugar la "Gran Ascensión Aerostática por el señor Lartet, aeronauta francés. En el terreno del Molino de Viento, a las tres en punto de la tarde".


Lartet entonces programa el ascenso con su globo desde un terreno en donde había un molino, cercano a la Plaza Lorea. Se colocó una empalizada rodeando al lugar donde se calentaba el aire para inflar el globo, y se cobraba 20 pesos los primeros asientos y 10 los segundos, para presenciar tan extraño acontecimiento. Una banda tocaba música, y una multitud coronaba los edificios circundantes al terreno. Los periódicos informaban que el día era tormentoso. Llegado el momento, el globo se elevó serenamente, pero fue desplazado por el fuerte viento reinante. El viento lo fue deslizando lateralmente hasta que chocó con una casa, reventándose a consecuencia de los desgarros. Lartet cae y resulta ileso.


El teatro organiza una segunda ascensión, esta vez para el 30 de octubre del mismo año. Se repiten los preparativos, y esta vez el globo se eleva, pero la mala suerte o la poca pericia de Lartet hacen que el globo se vaya contra el Molino, tropezando con una de las aspas. El globo se golpeó contra varios techos hasta que Lartet salió de la cestilla de goma que le servía de nave, tirándose al techo de una casa. Por este acto, Lartet fue llevado preso.


El francés entonces, pide repetir la prueba, y lo hace el domingo 16 de noviembre de 1856, a las tres de la tarde, esta vez desde la Plaza Lorea, que estaba colmada de público. Extrañamente, es autorizado y conducido al lugar por un vehículo de la policía.


En el diario El Nacional del 17 de noviembre de 1856, se cuenta que las azoteas estaban cubiertas de curiosos para ver "dando tumbos en las nubes a un pobre diablo que nunca ha subido a un globo". En esta ocasión, el globo recorrió media cuadra hasta "la calle Lorea Nº 53 y en la azotea tropezó con una pared haciendo saltar de la barquilla a Mr. Lartet que se enredó con una cuerda su pierna, se dio un porrazo en la cabeza y desconcertó su brazo, magullándose las costillas". El globo luego cayó en una calle cercana.


Luego de este ultimo viajecillo, no se supo nada más de Lartet, que partió de Buenos Aires, bastante humillado por las bromas que le habrían hecho.


Metejon de Barrio.