jueves, 25 de abril de 2013

RECUERDOS DEL PALADAR: EL NARANJU

El Naranjú era una mezcla entre golosina y refresco que supo hacer furor en los niños durante la década del ochenta y los noventa.

El producto consistía en un ¿jugo? envasado en un sachet del tamaño de un control remoto, cuya gracia estaba en chuparlo congelado (si se abría el sachet en estado líquido, era muy probable que se manchara la ropa y el producto no se iba con nada).

Al rato de estar consumiendo ese bloque de hielo coloreado, se intentaba encontrar en el paladar algún gusto entremezclado con el plástico del envase. Si uno era lo suficientemente guapo podía llegar a ver el punto en el que el Naranjú se volvía completamente blanco.

Este particular producto que tan solo costaba 10 centavos tenía varios radiactivos gustos: naranja, ananá, frutilla, manzana… y era pariente de otro extraño fluído: "las mielcitas". Ambos productos siguen fabricandose por Suschen S.A.

Hoy, en Metejon de Barrio rememoramos este comestible (que no clasifica para el rango "alimento"), y algunos intentamos borrarlo de nuestros sofisticados paladares.

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jueves, 25 de abril de 2013

RECUERDOS DEL PALADAR: EL NARANJU

El Naranjú era una mezcla entre golosina y refresco que supo hacer furor en los niños durante la década del ochenta y los noventa.

El producto consistía en un ¿jugo? envasado en un sachet del tamaño de un control remoto, cuya gracia estaba en chuparlo congelado (si se abría el sachet en estado líquido, era muy probable que se manchara la ropa y el producto no se iba con nada).

Al rato de estar consumiendo ese bloque de hielo coloreado, se intentaba encontrar en el paladar algún gusto entremezclado con el plástico del envase. Si uno era lo suficientemente guapo podía llegar a ver el punto en el que el Naranjú se volvía completamente blanco.

Este particular producto que tan solo costaba 10 centavos tenía varios radiactivos gustos: naranja, ananá, frutilla, manzana… y era pariente de otro extraño fluído: "las mielcitas". Ambos productos siguen fabricandose por Suschen S.A.

Hoy, en Metejon de Barrio rememoramos este comestible (que no clasifica para el rango "alimento"), y algunos intentamos borrarlo de nuestros sofisticados paladares.

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