jueves, 9 de mayo de 2013

UN CAFETIN ESCONDIDO DETRAS DEL TIEMPO  (este no lo conocen)

El boliche "El Modelo", en Santander y Doblas, se encuentra a solo dos cuadras de donde yacía el viejo Gasómetro, lugar cuervo por excelencia.

Este bar tenía gran movimiento a principios de siglo. "Hinchas y jugadores venían juntos. Había lugares más pitucos, éste era más de arrabal. Por eso, cuando los jugadores se hacían famosos, elegían frecuentar otros ambientes" cuenta su dueño Antonio Leis.

Es de esos bares quedados en el tiempo, con heladera de madera y lo único que ha cambiado desde su apertura son las sillas de madera, que se rompían con alguna contienda o pelea futbolera.
Cuando la mística se disfuma en el barrio, un vecino llamado Luis recuerda el día que fue de compras al Carrefour: "Caminaba entre las góndolas y calculaba: acá estaba la Bodas de Oro, por acá picaba Facundo, más acá pateaba Sanfilippo, se me cruzaba el fantasma de Pontoni corriendo..."

De aquel viejo San Lorenzo no queda nada, solo estos bares, como el café "La Cancha" frente al supermercado que ocupa el viejo estadio, y donde la leyenda cuenta que los hinchas, dan la espalda a una renovada realidad comercial, aunque muchos se ilusionan con la vuelta al barrio.

Igualmente hoy "El Modelo" está casi vacío, y abre ocasionalmente, esperando resurgir de las cenizas.
Más allá de los colores y aquel folclore futbolero, conocer y difundir este tipo de lugares no sólo ayuda a preservarlos, sino tambien mantener nuestra verdadera identidad porteña.

En la foto, el actual bar "El Modelo" - fotografía Ana Sanz

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jueves, 9 de mayo de 2013

UN CAFETIN ESCONDIDO DETRAS DEL TIEMPO  (este no lo conocen)

El boliche "El Modelo", en Santander y Doblas, se encuentra a solo dos cuadras de donde yacía el viejo Gasómetro, lugar cuervo por excelencia.

Este bar tenía gran movimiento a principios de siglo. "Hinchas y jugadores venían juntos. Había lugares más pitucos, éste era más de arrabal. Por eso, cuando los jugadores se hacían famosos, elegían frecuentar otros ambientes" cuenta su dueño Antonio Leis.

Es de esos bares quedados en el tiempo, con heladera de madera y lo único que ha cambiado desde su apertura son las sillas de madera, que se rompían con alguna contienda o pelea futbolera.
Cuando la mística se disfuma en el barrio, un vecino llamado Luis recuerda el día que fue de compras al Carrefour: "Caminaba entre las góndolas y calculaba: acá estaba la Bodas de Oro, por acá picaba Facundo, más acá pateaba Sanfilippo, se me cruzaba el fantasma de Pontoni corriendo..."

De aquel viejo San Lorenzo no queda nada, solo estos bares, como el café "La Cancha" frente al supermercado que ocupa el viejo estadio, y donde la leyenda cuenta que los hinchas, dan la espalda a una renovada realidad comercial, aunque muchos se ilusionan con la vuelta al barrio.

Igualmente hoy "El Modelo" está casi vacío, y abre ocasionalmente, esperando resurgir de las cenizas.
Más allá de los colores y aquel folclore futbolero, conocer y difundir este tipo de lugares no sólo ayuda a preservarlos, sino tambien mantener nuestra verdadera identidad porteña.

En la foto, el actual bar "El Modelo" - fotografía Ana Sanz

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